Más que un estilo propiamente tal, el slow deco es una filosofía de vida. Se trata de una tendencia que busca hacer de tu casa un espacio de desconexión, alejado del ajetreo diario, un lugar de relajo y un oasis de descanso.
El slow deco no busca ser perfecto, más bien busca la sencillez y el habitar los espacios con cariño y belleza.
1.- Materiales y colores
La sencillez
es una de las características principales del slow deco, y eso se traduce a la paleta de color y materialidades de muebles y decoraciones. Podríamos decir que este estilo se acerca bastante a la estética nórdica o japandi, por lo tanto, se alimenta de tonos más bien neutros y claros como el blanco y el beige. Para las notas de color, el azul es el favorito, sobre todo en sus tonalidades más oscuras y profundas. El verde, tonos pasteles, e incluso el negro también aparecen como alternativas, aunque en menor escala.
Sobre los materiales, la madera natural es la favorita, sin embargo, piezas en mimbre, ratán o textiles en algodón o lino juegan un rol fundamental para dar ese toque de sencillez y simpleza al espacio.

2.- Espacios abiertos e iluminados
Espacios amplios, comunicados y funcionales hacen que el compartir en familia sea mucho más fácil y natural. Dile adiós a los tabiques y separadores que sólo crearán un ambiente apretado y que facilitan el aislamiento y desconexión de quienes habitan el lugar. Cocinas comunicadas con el comedor, o este último con el living, son sólo algunos ejemplos.
La iluminación natural también es protagonista, ya que llena de vitalidad los espacios, los refresca y genera esa sensación de estar conectados con el exterior. Aprovecha las ventanas para poner velos o cortinas de telas livianas que permitan el paso del viento y la luz.

3.- Menos elementos
El slow deco celebra los espacios sencillos, por lo mismo aplica la premisa del menos es más. Procura tener los elementos necesarios, muebles funcionales y que realmente uses. Lo mismo con las decoraciones o adornos. Escoge aquellas piezas que te hagan feliz o propicien la desconexión.
Tener menos cosas, además, te facilitará la vida y te ayudará a mantener la armonía en el espacio. De esta manera será mucho más fácil mantener ordenado y limpio.

4.- Conexión entre el exterior e interior
Nada mejor que conectarte con la naturaleza para relajarte y descansar. Por eso, aprovecha todas las puertas y ventanas que te ofrezcan salidas y vistas hacia afuera, sobre todo si hay árboles o plantas cerca.
Aprovecha la luz natural, los rayos de sol y el viento cálido de la primavera con cortinas delgadas o velos que se muevan y transiten de un espacio a otro. ¡Verás cómo este pequeño detalle tiene un gran poder calmante!
Asimismo, aprovecha jardines, terrazas o incluso una jardinera en tu balcón para cultivar tus flores y plantas favoritas.

5.- Rincones de relajo
Si bien el slow deco busca que todo tu hogar sea un oasis del descanso, piensa en incorporar rincones especialmente diseñados para esto. Puede ser un sector de lectura, uno para escuchar música o simplemente para dormir una rica siesta.
Para eso no necesitarás mucho, sólo unos metros cuadrados y un sillón confortable donde puedas acomodarte. Suma una mesa de apoyo y una lámpara en caso que la necesites. Aprovecha las ventanas o sectores de tu casa con buena iluminación, así como los más tranquilos y silenciosos.

6.- Tecnología más eficiente
Si bien el slow deco busca un estilo de vida más desconectado, no quiere decir que se aleje por completo de la tecnología. Por el contrario, esta filosofía busca utilizarla a su favor, por ejemplo, con electrodomésticos de bajo consumo o que tengan eficiencia energética. Al mismo tiempo, aprovecha la tecnología que te ayudará a hacer tu vida más fácil, como aspiradoras robot o electrodomésticos inteligentes para cocinar.

7.- Crea tu propia huerta
Una buena forma de mantenerte conectado con la naturaleza es creando tu propia huerta en casa. “Jardinear” sólo te ayudará a relajarte, sino también te brindará la opción de cultivar tus propios alimentos, algo que el slow deco también celebra.

8.- Prefiere lo artesanal y local
La economía sustentable y circular es otra de las premisas de esta tendencia. Por lo mismo, al buscar piezas decorativas, prefiere el trabajo de artesanos locales o de empresas que utilicen materias primas recicladas que ayuden a generar una economía más amigable con el medio ambiente y las personas. Además, estarás obteniendo -en su mayoría- piezas de diseño únicas y exclusivas, que harán de tu hogar un lugar aún más especial.

La filosofía slow deco invita a la calma y a la conexión a través del interiorismo. Una tendencia que cobra cada vez más fuerza y que de seguro permanecerá con nosotros muchísimo tiempo.
